domingo, 9 de octubre de 2011

En mi mundo

Al abrir mis ojos el cielo es de otro color. Hoy siento que los tiempos pasados eran mejor. Aunque confieso que antes no había igualdad económica y mi país era desordenado. De verdad era lindo. Aun trató de recordar esas caminatas por Garibaldi tan sublimes. Girar la cabeza de lado a lado y ver bailar a toda la gente que acostumbraba ir a divertirse o simplemenpe le quedaba de paso, o gozar la música de los mariachis, o lo estresante que era viajar en transporte público para llegar a tiempo a mis clases en la UAM-A.

Al contrario es realmente triste despertar todas las mañanas y realizar las mismas tareas asignadas por el régimen.

He dejado de estudiar debido a que me resultaba imposible, ya que tengo un trabajo agotador, pues en el tiempo que llevo alejado de mi familia comparto un cuarto pequeño con; Héctor y Miguel, dos amigos que conozco desde las fihas de reclutamiento. Que al igual fueron separados de sus respectivas familias.

Hoy nos toca trabajar en las alcantarillas. En lo personal no me desagrada, porque prefiero limpiar los ductos a recoger cadáveres de aquellas personas que se oponen a la UNS. Está no solo acaba contigo, sino que aniquila a toda tu familia.

Héctor y yo limpiábamos, mientras a Miguel le tocaba desaguar. A lo lejos del drenaje vimos correr a un niño que era perseguido por un par de soldados, cuando pasó junto a nosotros él tropezó y los hombres uniformados lo apresaron. Ni Héctor, ni Miguel, ni yo hicimos nada. Quedamos atónitos al ver los ojos de una carita llena de terror, mientras lo decapitaban sin remordimiento. Cerré los ojos, mordí mis labios y apreté mis nudillos dispuesto a lanzarme sobre esas bestias atroces. Todo pasó tan rápido. Al abrir los ojos era Héctor quien estaba encima de un soldado destrozando su cara contra el piso.

Poco después fuimos tomados prisioneros. Héctor mal herido, pues el otro soldado disparó contra él. Miguel temeroso de que nos hicieran lo mismo que al pequeño, ni se movió. Yo me repetía ¿por qué? Al subir a la calle nos empujaron hasta una camioneta; Miguel y yo evitando que Héctor se desangrara. Amarre mi camisa a su pierna y Miguel hizo presión sobre la herida, cuando disminuyo el sangrado lo cargamos y subimos.

El transcurso en la camioneta fue muy corto, al bajar nos encontrábamos en un terreno amplio con edificios en el centro y alrededor una barda de tres metros de alto. A Héctor se lo llevaron unos soldados, mientras que a Miguel y a mí nos condujeron dentro de las instalaciones.

Lo único que paso por mi cabeza. Antes vivía una vida feliz en un mundo de mierda, ahora vivo una vida de mierda en un verdadero infierno.

(Versión final)

4 comentarios:

Sandro Cohen dijo...

Va muy bien. En el cuarto párrafo hay dos encabalgamientos. Hay mejoría respecto de la primera entrada.

Miguel Hernández dijo...

Hola
Oye en el cuarto párrafo encontré unos errores según yo.
Donde dice “por que prefiero limpiar los ductos” va porque sin espacio.
Y en la parte de “aquellas personas que se oponen y son exterminadas, pues la UNS no solo acaba contigo sino que aniquila a toda tu familia.” Pienso que quedaría mejor “y son exterminadas. La UNS no solo acaba contigo, también con tu familia.”
Bueno esos son, espero y te des una vuelta por mi blog para que lo cheques.
A y muy buena historia, me gusto mucho.

Beatriz Mora F. dijo...

Hola!

Buena entrada. Solo me percate de un error "Amare mi camisa a su pierna..." sería "amarré".

Cuidate!

Alejandro Vergara Alcocer dijo...

Si tienes razon es un error fatal.

Gracias por tu comentario.